El proceso de fotografiar a un bebé requiere la suficiente paciencia,  como gusto por hacer bien las cosas.

Captar cada uno de  sus momentos es fascinante, la sensación de trabajo queda un lado, superando a ésta el empeño de querer conseguir algo más, dadas las posibilidades de movimiento y gestos que son bastante limitadas, a pesar de ello,   las ideas fluyen constantemente, llegando a crear algo enternecedor…sin palabras…